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Infantería de Marina y Armada de México, un cuerpo letal para el narcotráfico

El cuerpo de Infantería de Marina de la Armada de México es la rama militar más letal de todas cuantas participan en la guerra del Estado mexicano contra el narcotráfico. Se dice que los soldados de la infantería de marina no dejan heridos, la mayoría de quienes se enfrentan directamente a ellos caen en combate o son detenidos.

Muy pocos son los que tienen la suerte de ser presentados vivos ante las autoridades judiciales después de que se hayan enfrentado con alguna de la unidades de la infantería de marina de México. 

Algunos famosos capos del narcotráfico tuvieron ese privilegio, como el Chapo Guzman, del Cártel de Sinaloa, y el terriblemente famoso Z-40, jefe del Cártel de Los Zetas, una de las más peligrosas bandas de narcotraficantes formada, en sus inicios, por ex miembros de los comandos del Ejercito de Tierra mexicano que poseían grandes conocimientos tácticos (de ahí sus nombres, 'Z' seguido de un número era su indicativo de radio en sus tiempos en activo).


Otros, como el Jefe de Jefes y el H9, ambos del Cártel de los Beltrán Leyva, fueron aplastados con un poder de fuego aterrador que muchos llegaron a considerar innecesario.

En más de diez años desde que se inició la actual estrategia antidroga mexicana, efectivos de la Infantería de Marina de la Armada de México han participado en 900 operativos, 547 totalmente coordinados por la fuerza naval y 353 en conjunto con las otras fuerzas militares (Ejército y Fuerza Aérea) o con policías federales y locales. De todos los operativos (generalmente 'patrullas terrestres'), 282 han terminado en enfrentamientos armados con bajas mortales.

En el Cuartel General de la Armada llevan la estadística exacta del número de civiles –presuntos delincuentes– abatidos por los marinos. Hasta mayo de este 2017 sumaban 558. Sin embargo, la cifra de heridos apenas suma 31.


Estas cifras dan una idea de la dureza de las operaciones en las que intervienen los marineros de la Infantería de Marina de México.

Por contra, el número de soldados de la marina que perdieron la vida en estos 282 combates fue de 30 y el de heridos113. Los datos dejan ver que por cada marino muerto, 18,6 presuntos delincuentes han sido abatidos.

La Armada de México (organizada y administrada por la Secretaría de Marina) ha sostenido solamente un pequeño porcentaje del total de enfrentamientos armados registrados en el país latinoamericano durante los últimos años. 


Realmente ha sido el Ejército Mexicano la fuerza que ha soportado el mayor peso de los combates a lo largo de esta emergencia. En el mismo periodo sostuvo 3.994 refriegas en todo el país contra los grupos armados de los cárteles, según información de su Estado Mayor General.

No obstante lo anterior, la Armada es la encargada de los operativos quirúrgicos más peligrosos o destacados, especialmente en el caso de que haya que abatir o detener a un capo. Es la fuerza militar mexicana que más estrechamente trabaja con las agencias estadounidenses. 

Ello es así porque es la más disciplinada y la más fiable. Es una fuerza que está muy poco infiltrada por los delincuentes y muy poco propensa a caer bajo el influjo de los sobornos que en el caso de otras fuerzas militares han dado al traste con importantes operativos.


En diez años de emboscadas, enfrentamientos y operativos de alto impacto, la Armada es ya un cuerpo militar probado, pero lo preocupante para las autoridades navales en estos momentos es que se empiezan a presentar entre sus filas los problemas de todos los ejércitos del mundo envueltos en situaciones de combate. 

Se han multiplicado los casos de trastorno de estrés postraumático, depresión y ansiedad. Esta situación ha hecho necesario la creación en el seno de la Armada de una Subdirección de Medicina Ocupacional Naval para afrontar el problema. Si en 2006 la Armada contaba con tres psiquiatras y 56 psicólogos, hoy cuenta con ocho psiquiatras y 114 psicólogos.

El número de efectivos que padecen este síndrome es confidencial. Pero lo que sí se sabe es que los servicios de sanidad naval aplican más terapias psicológicas, conductuales, cognitivo-conductuales e hipnoterapias ericksonianas estratégicas. 


Además, recetan más medicamentos para tratar los transtornos mentales citados, como benzodiacepinas, antisicóticos, anticonvulsivos y estabilizadores del ánimo, antidepresivos tricíclicos y antagonistas b-adrenérgicos, entre otros.

A pesar de ello, la Armada sigue firme en su compromiso en ella lucha contra el narcotráfico y a pesar de todo sigue siendo la punta de lanza de esta guerra y el cuerpo más fiable de las Fuerzas Armadas mexicanas.