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Pamela fue prostituta del Cártel de Sinaloa. Decidió prostituirse cuando vio la cantidad de dinero que ganaban

"Pamela comenzó la prostitución desde muy joven, tenía apenas 17 años. 

Se había quedado sin hogar y no le quedó otra opción más que ir a buscar trabajo. 

n su búsqueda, un conocido de su familia la llevó a trabajar en un bar y como "estaba de buen ver", la contrataron para platicar con los clientes, nada más. 

Sin embargo poco a poco comenzó a prostituirse a ver la cantidad de dinero que ganaban y con ello también comenzó a tomar alcohol con mayor frecuencia, pues se dio cuenta de que las que más se emborrachaban tenían más ganancias. 

Así fue como Pamela comenzó su vida en el mundo de la prostitución, experiencias que le relató a Vice.  En un inicio, nada salió bien, pues con el tercer cliente que se acostó resultó embarazada y se juntó con él, sin embargo, lo dejó cuando dio a luz porque era muy infiel. 


Proveniente de Querétaro, el ambiente que conoció llegando a Baja California le era desconocido. El narcotráfico era cotidiano. 

El primer acercamiento que tuvo con ellos fue con el Cártel de los Arellano Félix. A Pamela y a otra compañera las contrataron por días, donde estuvieron tomando cerveza y consumiendo cocaína. Recuerda que al tercer día, los narcotraficantes llevaron a un muchacho que al parecer les había robado algo, por lo que fue brutalmente golpeado con un bat. 

Pamela no soportó el escenario, se encerró en un baño donde sólo escuchaba los gritos del joven, quien de repente calló, lo que suponía que ya lo habían matado. Posteriormente se mudó a Guadalajara, tras un breve paso por Zacatecas. 

En tierras tapatías trabajó en un table dance de "moda", donde conoció Héctor Luis Palma Salazar, el "Güero" Palma, mano derecha de Joaquín Guzmán Loera, "El Chapo", líder del Cártel de Sinaloa. Gracias a que el dueño del lugar donde trabajaba era amigo de "El Güero", Pamela fue a trabajar cuatro veces a su rancho. 

Junto con varias compañeras, les pagaban por drogarse, bebés cerveza y mantener relaciones sexuales. Lo que sí, es que tenían que aguantar los días que fueran contratadas. 

Pamela define a Palma Salazar como un hombre esplendido, dinero que le pedían, dinero que daba a quien se lo solicitara. Sin embargo, era muy celoso de sus pertenencias, odiaba que cualquier persona robara algo por muy pequeño y sin valor que fuera. 

Otra de las características que Pamela le encontró a "El Güero" Palma era su adicción a la cocaína. Tras rebasar los 30 años, decidió dejar el table dance y dedicarse solo a la prostitución. Ya se sentía ridícula bailando, además, su madre falleció y la depresión reforzó su decisión.

Entre sus clientes recuerda dos religiosos. 

Un sacerdote que iba cada quincena a sentarse en un rincón oscuro del bar, pedía botana, cerveza y una mujer que lo masturbara debajo de la mesa. 


El otro, un ministro religioso que embarazó a una de sus compañeras y tras enterarse la obligó a que abortara, para tres meses después, hacer a una más de sus compañeras como su "favorita". 

Pamela, ahora de 43 años, confiesa que en el mundo de la prostitución hay muchos pleitos debido al alcohol, las drogas, las envidias, los celos, las desveladas y hasta los cambios hormonales. 

En perspectiva lamenta que no hubiera nadie que la hubiera guiado para estudiar, pero afirma orgullosa que hace cuatro años terminó la preparatoria. Su familia, aunque le ayudó mucho en su labor, le exprimieron todas las ganancias que tenía.